Un regalo de la naturaleza en el Aconcagua: Un cóndor y un zorro compartieron un momento extraordinario sobre el cerro
Estaban en silencio, tranquilos, uno al lado del otro y observando a Joaquín, quien detrás de la lente de su cámara inmortalizó ese momento que para él significa “un premio” tras seis años de incansable trabajo en la montaña. Sus imágenes, para el regocijo humano, dan cuenta de que las especies animales pueden convivir en total armonía.
Las fotografías se tomaron en la zona que se ubica al oeste de la Quebrada de Matienzo, dentro de la flamante área de 18.500 hectáreas que fue anexada al Parque a fines del año pasado; y como parte de la ley provincial que amplió el área protegida hacia el límite con Chile.
El guardaparques supone que ambos habían estado comiendo minutos antes y que decidieron posar para descansar un rato. Los cóndores a diferencia de lo que se cree y que le otorga mala fama no son cazadores y solo se alimentan de carroña. “Quizás había algo que no vimos y lo habían estado comiendo porque el cóndor cuando está muy hambriento o muy saciado se queda muy tranquilo”, reveló.
“Los dos estaban pendientes de lo que yo estaba haciendo, me miraban fijamente y eso me conmovió. Cuando estuve frente a la pareja, pasó lo mismo: los dos miraron a la cámara”, siguió Joaquín, guardaparque en el Parque Nacional Aconcagua desde 2014.
En 1983, el Aconcagua fue declarado Parque Provincial y como tal en toda la zona que abarca se debe respetar el objetivo primero de preservar los valores naturales y culturales en las 71.000 hectáreas aledañas al cerro. La zona de avistaje integra la flamante área de 18.500 hectáreas que fue anexada al Parque a fines de 2019 y como parte de la ley provincial que amplió el área protegida hacia el límite con Chile.