El reto de reinventarse: Guía práctica para sobrevivir al cambio y salir fortalecido
Fue Charles Darwin quien lo dijo: “No es la especie más fuerte la que sobrevive, ni la más inteligente, sino la que mejor responde al cambio”. ¿Pero cómo sobrevivir cuando las variaciones son bruscas e inesperadas? En la actualidad buscamos respuestas incesantemente. Es lógico. Vivimos un periodo de grandes transformaciones. Y para sobrevivir, son muchos los que ya no tienen otro remedio: necesitan reinventarse.
Pero lo cierto es que hacerlo es algo verdaderamente difícil. Supone dejar de lado quién hemos sido hasta ahora y afrontar cambios radicales. Y no solo eso. En el camino también habrá que superar miedos, replantear ideas, conceptos, transformar objetivos, estructuras, comportamientos… Es ciertamente, un reto complicado.
El reto de reinventarse: Guía práctica para sobrevivir al cambio y salir fortalecido
Pero es posible tener éxito. La investigación ha dado pistas que pueden ayudarnos a salir victoriosos. Veamos algunas:
1. Hoy todos los expertos lo tienen claro. Para reinventarse es imprescindible tener las emociones negativas bajo control. Y el primer reto será vencer al Miedo. Los trabajos de Le Doux demostraron que el miedo paraliza. Posteriores estudios de empresa evidenciaron que el temor al fracaso, a cambiar de rutina al esfuerzo, es un importante bloqueador del cambio. Pero hoy contamos con evidencias que muestran que el miedo se puede superar. Es eficaz centrarse en resultados y en los medios. También hacer trabajar a la mente; imponerse deberes: salir todos los días a buscar oportunidades, visitar empresas con éxito…
2. Pero el camino puede ser arduo y deberá vencer el desaliento, el pesimismo y la negatividad. Muchos estudios concluyeron que este tipo de sentimientos genera falta de activación. Además son peligrosos. Hoy sabemos que el pesimismo se contagia fácilmente. Y no solo eso; también que nuestras expectativas pueden llevarnos a tomar decisiones que nos hagan cumplir los malos augurios. Es el efecto de la “profecía autocumplida”. Así que si comprueba que la información le afecta, aléjese de ella. Evite lo que le transmita negatividad. Disciplínese. Es un ser único. Aunque a otros le vaya mal, si lucha podrá lograr sus objetivos.
3. Así que dedique sus energías a cultivar el optimismo. Hay muchas razones para hacerlo. Los estudios de Goleman demostraron que los optimistas poseen una fisiología de utilidad biológica para luchar contra la adversidad. La ciencia sugiere que para reinventarse debiera enfocarse en lo desea y desarrollar mensajes de aliento que den fuerza y confianza. Repetirlos frecuentemente: “necesito cambiar; voy a esforzarme por hacerlo y si insisto lo más seguro es que acabe teniendo éxito”. Sí. En el fondo es algo parecido al “Yes I can”.
4. Una vez con fuerza, es necesario evaluarse internamente. Pero según los expertos dedicamos poco tiempo a ello; un error. Para cambiar es imprescindible analizar nuestros puntos débiles. Pero sobre todo, analizar de qué recursos disponemos: ¿Tiene claros sus puntos fuertes, las capacidades que tiene, lo qué estaría dispuesto a hacer…? Haga lluvia de ideas. Seguramente tenga talentos en los que nunca ha reparado. Dedique esfuerzo a esa tarea. Escriba.
5. Seguidamente analice el exterior: ¿dónde pueden hallarse las oportunidades para reinventarse? Estudios con empresas y personas en paro demostraron que es muy importante trabajar la persistencia. Comprobaron la eficacia de imponer rutinas para buscar ideas. Disciplínese, trabaje a diario en ello, infórmese de la experiencia de quienes lo lograron.
6. Pero si desea reinventarse, sobre todo deberá favorecer la creatividad. La investigación confirma la importancia crucial de este punto y ha encontrado algunas formas eficaces para potenciarla:
- Dedicar tiempo diario a pensar ideas novedosas
- Retar a hacerlo
- Hacer lluvia de ideas en equipo, raras
- Buscar personas ajenas con otras perspectivas
- Y si cree que pierde el tiempo, debe saber que Google dedica parte de la jornada laboral de sus trabajadores únicamente a “pensar”. Esto aún no es frecuente. Una pena. Parece rentable.
7. Y cuando tenga clara la estrategia, láncese al cambio. Impóngase un plan: Las investigaciones ofrecen algunas claves. Entre las que se mostraron más eficaces se encuentran:
- Programar objetivos a corto plazo
- Secuenciar acciones
- Ser riguroso en el cumplimiento y seguimiento
- Una vez emprendido el camino, procure no dejar días “de descanso”: dedique un tiempo fijo diario a su plan de cambio
- Revise logros regularmente
- Si no hay cambios a corto plazo cambie acciones u objetivos
8. Pero recuerde. Lo más importante para impulsar el cambio son las personas. Estudios con empresas demostraron que las que lograron transformarse, potenciaron la motivación, creación de ideas y el compromiso de los trabajadores. Damasio y otros demostraron que en todos nuestros actos y decisiones participan emociones. Las positivas reducen cansancio, mejoran aptitudes, creatividad y rendimiento. Se comprobó que los optimistas rinden entre el 65% y el 100 % más. Parece claro; trabajar emociones es algo clave en momentos de cambio.
Pero, ¿cómo hacerlo? La investigación ofrece claves valiosas:
- La motivación aumenta enormemente con palabras de ánimo y reconocimiento o gestos: abrazar, saludar o sonreír.
- El optimismo también puede mejorar. Estudios con empleados demostraron que lo hacían cuando creían que el avance dependía de ellos y que lo que hacían servía para algo. Por eso, conviene asignar responsabilidades e insistir en que lo que hacemos tiene un objetivo. Si no se viesen cambios es importante cambiar metas y acciones sin mucha demora.
9. Así que si trata de reinventarse, vele por sus emociones y su estado de ánimo. En una empresa delegue esta función en los líderes. Pero recuerde: en momentos de crisis no puede liderar cualquiera. Necesitan dotes contrastadas en inteligencia emocional; deben ser expertos en ofrecer aliento verbal, gestos, en gestionar tensiones. Si no lo consiguen, cámbielos.
10. Pero recuerde también que hoy sabemos de la importancia de contrarrestar momentos de cansancio y desaliento con experiencias positivas. Para ello, quede con amigos, programe experiencias que sirvan de refuerzo y satisfacción. En empresas, busque momentos de disfrute común. Se ha demostrado sobradamente el poder energizante de este tipo de actividades.
11. Dedique también tiempo a la actividad física. Se ha demostrado que ayuda a liberar tensión y aumenta el aporte de oxigeno al cerebro. Además potencia las capacidades y el rendimiento global. En períodos difíciles acuda al gimnasio, pasee. Ya hay empresas con gimnasios para trabajadores. Gran idea.
12. Y recuerde: en todo este proceso, no olvide de reforzar y dar aliento constante. Cualquier persona puede transformarse, siempre que cuente con el aliento adecuado.
Después de todo, la ciencia parece demostrar que el secreto más poderoso del ser humano para sobrevivir a los grandes cambios se encuentra en las emociones. En ellas parece residir la clave para potenciar nuestra capacidad y mantener la fuerza necesaria para avanzar por este camino tan duro. Pero muchos lo consiguen y quienes logren el éxito sin duda habrán salido fortalecidos. Sólo con inteligencia nunca lo hubiesen logrado…
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